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8 Malos hábitos afectan mi cabello

Mi cabello a lo largo de los años se ha convertido en una parte fundamental de mi apariencia y mi autoestima. No solo es de gran importancia para tener una imagen agradable sino que también es el reflejo de nuestra salud y cuidado personal. Muchas veces por intentar mejorar o preservar la apariencia del cabello terminamos haciéndole daño. De igual forma, tenemos costumbres que con un uso constante están afectando directamente a nuestro cabello. Por esto, en Panavayu queremos explorar algunos de los hábitos más comunes que dañan nuestro cabello junto con unos tips para revivirlo y mantener un look brillante y sano. 

Todos los días, sin importar lo que tengamos que hacer, tomamos decisiones sobre nuestro cabello. Dejarlo crespo, alisarlo, hacemos trenzas, una cola de caballo, lavarlo, hacerle tratamientos, entre otras cosas. Muchas veces estas decisiones, aunque se toman para mejorar la apariencia de nuestro cabello, puede que solo empeoren. Analizando nuestros comportamientos encontramos 8 hábitos dañinos comunes y constantes:

  1. Uso excesivo de herramientas de calor

 Las planchas, los secadores y los rizadores pueden darle al cabello un aspecto hermoso en el momento, pero el calor constante debilita la estructura capilar y lo vuelve quebradizo, lo cual se traduce en puntas abiertas y resequedad. Para evitar dañar tu cabello, intenta reducir el uso de estas herramientas y utiliza siempre un termoprotector antes de aplicar calor.

2. Lavar el cabello con agua caliente

 Bañarse con agua caliente puede ser relajante, pero también puede dañar tu cabello. El agua caliente abre las cutículas capilares, lo que provoca la pérdida de humedad y brillo. Intenta lavar tu cabello  con agua tibia o fría para mantener las cutículas cerradas y preservar la hidratación natural.

3. Uso excesivo de productos químicos

 El uso frecuente de tintes, decolorantes, permanentes y otros productos químicos puede causar un daño significativo al cabello. Estos productos eliminan los aceites naturales del cuero cabelludo y pueden debilitar la fibra capilar. Opta por productos más naturales y asegúrate de darle a tu cabello tiempo para recuperarse entre tratamientos químicos.

4. Usar productos con parabenos, siliconas y sulfatos

Los productos como shampoos, acondicionadores o tratamientos que encontramos en el supermercado usualmente tienen químicos e ingredientes dañinos para el cabello y cuerpo. Los parabenos funcionan como conservantes, pero pueden penetrar en la piel y ser absorbidos por el cuerpo lo cual puede generar un desbalance hormonal. Las siliconas se utilizan para suavizar el cabello, no obstante tienen una tendencia a acumularse con el tiempo, esto hace que nuestro cabello se vuelva pesado, opaco y sin vida. Por último, los sulfatos son los encargados de generar espuma y eliminar la suciedad. Sin embargo, son muy agresivos y pueden eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo y cabello, dejándolo seco y propenso al daño agravando problemas como el frizz o la resequedad. 

Como alternativa empieza a usar productos capilares naturales que cuiden la salud de tu cabello al mismo tiempo que mejoran su aspecto con ingredientes como mantecas, aceites esenciales, arroz, trigo, entre otros. Todo depende de tu tipo de cabello y las necesidades que tengas.

5. Cepillar el cabello de manera incorrecta

 Cepillar el cabello enérgicamente o mientras está mojado puede causar roturas y dañar su estructura. Utiliza un cepillo adecuado para tu tipo de cabello y comienza a desenredarlo desde las puntas hasta las raíces con suavidad.

6. Atar el cabello con fuerza

Hacer peinados apretados, como coletas altas o trenzas muy tensas, puede ejercer presión sobre el cabello y el cuero cabelludo, lo que puede llevar a la rotura y pérdida de cabello. Intenta variar los estilos y utiliza ligas o accesorios de seda como los scrunchies.

7. No proteger el cabello del sol

 La exposición prolongada al sol puede debilitar y deshidratar el cabello. Usa sombreros o productos capilares con protección solar para evitar el daño causado por los rayos UV.

8. Mala alimentación e hidratación 

Una dieta poco saludable y equilibrada puede privar a tu cabello de los nutrientes esenciales que necesita para estar fuerte y saludable. Asimismo, el no consumir la suficiente cantidad de agua puede disminuir el crecimiento del cabello, generar resequedad, caída o fragilidad. Adopta un estilo de vida más saludable y asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. También, toma aproximadamente 8 vasos de agua al día. 

Para cuidar nuestro cabello no solo debemos prestarle atención  a los productos que nos aplicamos sino cambiar nuestros hábitos. Como vimos, estos pueden afectar la salud y apariencia del cabello, por esto debemos encontrar alternativas eficaces y sin repercusiones para nuestro cuerpo. Opta por una cosmética natural que cuida tu cabello al mismo tiempo que lo mejora. Aun así, ningún producto será totalmente eficaz si no cuidas tu cabello en todos sus aspectos:  evita el uso excesivo de herramientas de calor, productos químicos agresivos y peinados que ejerzan presión. Al adoptar estos cambios positivos, estarás en el camino hacia un cabello más fuerte, brillante y hermoso. ¡Tu cabello te lo agradecerá!

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